Bogotá, Septiembre 23 de 2011
Hola, mi nombre es Andrés y soy alcohólico y adicto.
Hace 15 años empezó lo que para mi a significado el privilegio mas grande de mi vida, entrar en un proceso de recuperación de mi adicción.
Contrario a lo que muchos puedan pensar, por la connotación que el termino adicción o adicto significa para la mayoría, empece un proceso de interiorización y conocimiento propio muy significativo. Estuve inicialmente interno durante unos meses en un hospital; no solo desintoxicando lo físico, que sucedió muy rápido, sino el alma, ese es el proceso de recuperación verdadero, cuando se recupera el todo. Lo físico, lo mental, lo emocional, lo espiritual y por supuesto que esto lleva a que lo material llegue en la medida y proporciones que uno necesita. Inicia a partir de un conocimiento propio.
Conocerme, saber que debo cambiar, aceptar lo que debe permanecer, en especial mi pasado, que me pertenece tal cual fue, conocer y disfrutar que soy dueño solo de mi presente y que a partir de este conocimiento simple, es que encuentro toda la transformación. Existe un poder enorme en vivir en el presente, pues es lo único que nos pertenece, el presente es como Dios, Infinito, siempre es presente y depende de mi elección, de lo que elijo hacer con el, mi pasado se aliviana y mi futuro se mejora o todo lo contrario. De mi parte, hoy elijo vivir el presente, hacerlo consiente, identificando mis sentimientos, emociones, pensamientos y asertivamente expresarlos.
La recuperación es también un sinónimo de acción, pues no vasta con ser, hay que aparentar ser lo que se es. Las acciones son actos que se ven, no que se dicen o se sienten, nuestras acciones son un reflejo de nuestros pensamientos, sentimientos y emociones y es por esto que nuestro actuar debemos hacerlo consiente y reflejar lo que somos.
Lo que hoy soy, después de estos 15 años de trabajo sin tregua, de altibajos, de llorar, de soñar, de aceptar, de cambiar y en especial de aprender a vivir, son el resultado de vivir la mayoría de mi tiempo en el presente, en el aquí y en el ahora, sin proyectarme, lo que no es igual a no tener metas, sin vivir en el pasado, lo que no significa no recordarlo y aprender de el trayendolo al presente cuando se requiere. Vivir el solo por hoy es un arte, que como cualquier otro se va haciendo cada vez mas fácil con el tiempo, con la experiencia, con la practica y es por eso que la sumatoria de 5475 días solo por hoy son un milagro y un regalo que agradezco a Dios y a todos los mortales que han hecho esto posible. Gracias.
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